(se transcriben aquí algunos capítulos del libro "LOS INMIGRANTES EN SAN LUIS Y SU RELACION CON LOS NATIVOS" Estudios monográficos. Proyecto y Dirección de Marta I. López Lucero, editado por la Universidad Nacional de San Luis y de varios autores entre los que se destaca Saada Bentolila responsable de la sección correspondiente a la Colectividad Judia en San Luis)
IV-
LOS JUDIOS EN SAN LUIS
Lo relatado hasta ahora da el marco necesario desde dónde
entender algo de la presencia judía en San Luis.
No se ha investigado, por falta de documentación, si ha
habido presencia judía en la época de la conquista o de la colonia.
Sí se tiene conocimiento en cambio de familias cuyos
apellidos remiten a los de los judíos conversos y hay referencias -según
contaban algunos de los miembros de la comunidad- de otras que hasta hace poco
tiempo conservaban objetos claramente pertenenciente a la tradición judía
(mezuzá, tefilím etc.) pero que ignoraban su significado y origen. Es probable
pensar que San Luis haya cobijado algunos "criptojudíos" perseguidos
por la Inquisición, que finalmente terminaran asimilándose al medio, sobre
todo si realmente pudieron encontrar un ámbito donde no fueran objeto de acoso
y sospecha permanente.
El profesor Mario Cecil Quiroga Luco informa que tiene
conocimiento de que los primeros inmigrantes judíos legales, llegan a San Luis
a fines del siglo pasado, coincidiendo con la inuguración del ferrocarril que
llegaba hasta Villa Mercedes. De ellos hay poca información salvo referencias
orales, o esporádicas en: documentos de la época y citas de algunos
historiadores puntanos.
El mismo cita al Dr. Salomón Stern, médico italiano
de origen judío, quien en el año 1876, es nombrado médico de la Policía de
San Luis, según lo confirma el diario de la época "El Oasis" en un
comunicado del 8 de mayo de 1877. También el profesor Quiroga Luco informa que
"en el año 1862 y durante el gobierno del Coronel Barbeito, cuando el
Chacho Peñaloza sitia y amenaza la ciudad de San Luis, Stern ocupa un lugar en
los cantones de defensa, haciendo suya con lealtad la causa del criollo y
cumpliendo con la tierra que le da trabajo y casa".
Don Urbano J. Nuñez, en su "Historia de San
Luis" también menciona a este médico en relación a la creación de la
que posteriormente fue la Escuela Normal "Paula Dominguez de Bazán"
en el año 1872, durante el gobierno de Ortiz Estrada. Para ese efecto una de
las comisiones que se organizaron, y que tenía por objetivo "levantar
suscripciones, proponer el terreno adecuado y dirigir la construcción del
edificio", estaba presidida por don Justo Daract e integrada por los
Doctores Salomón Stern, Jacinto Videla, don Cruz Ortiz, don Wenceslao Piñero
(h), y el presbítero Miguel Amézola.
Tal hecho da cuenta de que el mismo, tenía un reconocimiento
y valoración importante entre los ciudadanos de San Luis, y que debió ser
profundo su grado de integración y compromiso en el medio, para que se le
confiriera responsabilidad en asuntos vinculados a la educación. Sin duda, su
formación académica por un lado y la fuerte tradición judía de otorgar a la
educación una jerarquía fundamental, por otro, son elementos que aportaron al
desempeño de esta función con dignidad y responsabilidad.
Como médico y científico, tuvo además reconocimiento
nacional, ya que según referencias el presidente Sarmiento le habría
encomendado acompañar al coronel, Juan F. Chatas para recorrer y levantar
planos de la zona fronteriza de Cuyo, con los indios.
También en el Archivo Histórico de la Provincia de San Luis
figura el Nombre de otro judío: el Sr. Salomón Abraham Becker como
poseedor de una imprenta. Este mismo nombre, que suponemos se trata de la misma
persona, es recordado en San Francisco del Monte de Oro -zona rural por
entonces- como la de un importante conocedor de actividades comerciales y
frutiortícolas. Tuvo inicialmente una plantación experimental de vid, que le
facilitó el camino para otra de mayor envergadura. Su visión conocedora del
tema le hicieron proyectarse a otras zonas prósperas de la provincia, como
Quines y Concarán.
Posteriormente la escritora sanluiseña, doña Delia
Gatica de Montiveros, cita en su libro "Rescatando la Memoria de la
Mujer Puntana" cita a su hija María Juliana Becker a quien describe
como la primera médica puntana "recibida en la Universidad Nacional de
Buenos Aires entre el siglo pasado y este" y como " nacida en San
Francisco del monte de Oro, donde sus padres, venidos de Alemania, estaban
establecidos temporariamente, trabajando en viñedos". María Juliana habría
recibido apoyo del Gobierno de la Provincia para costear en parte sus estudios,
en los que tuvo una actuación muy destacada. Fué discípula del Dr. Guemes en
cuya cátedra trabajó y ocupó para entonces, importantes puestos en el
Departamento Nacional de Higiene, base del actual Ministerio de Salud Pública.
Murió en 1966, en Buenos Aires. Uno de sus hermanos, sin embargo permaneció y
formó su familia en Candelaria.
La presencia de estos inmigrantes judíos y otros más,
formarían parte -según lo entiende el profesor Néstor Menendez- de una
masa migratoria muy calificada (la mayoría profesionales y gente con
conocimientos y cultura amplísima) que el gobierno de la época habría traído
a la Argentina con la idea de "poblar el país de gente más culta y
trabajadora". Esta idea, muy cuestionada por el carácter injustamente
descalificante que tiene para el criollo, no desmerece el hecho de que estos
primeros inmigrantes fueron personas verdaderamente preparadas y que hicieron su
aporte al país como tales - destaca el profesor.
Es dable suponer (al menos por los apellidos que aparecen,
también en otras provincias) que los judíos que entraron en esta migración
eran mayoritariamente "ashkenazíes" es decir europeos.
La inmigración que llega posteriormente, (a principios de
siglo) es en cambio predominantemente sefaradí.
Confirmamos con esto que, a diferencia de otras zonas de
Argentina -caso de Entre Ríos y Santa Fé, - San Luis no tuvo inmigrantes judíos
que hayan formado colonias, como sucedió con los ashkenazíes. Esto quiere
decir que la inmigración no fue organizada ni patrocinada sino más bien
sujeta, al menos en un principio, a los designios y decisiones individuales,
aunque la mayoría de las veces atraídos por la referencia de algún paisano.
En el caso de Sucher Weinstock, su familia cuenta que
eligió San Luis justamente porque era todo lo contrario de las ciudades
grandes. Y que su intención deliberada era encontrar un lugar tranquilo y
lejano de las persecuciones. Tuvo entonces la referencia de que aquí habían
algunos paisanos de su zona y eso lo decidió a venir.
Posteriormente, sin embargo, esto va cambiando, ya que estas
personas -generalmente hombres- una vez establecidas, buscaban traer a sus
familiares más cercanos, o eran solicitadas por familiares más lejanos, para
que los apoyaran en su deseo de emigrar.
Una persona que ayudó a muchos judíos a instalarse en San
Luis dándoles trabajo en sus negocios, fue don Moisés Hodara inmigrante
de Turquía de principio de siglo. Cada uno de ellos posteriormente tuvo su
negocio independiente - según relatan sus familiares-, dando a entender que era
un hombre que dejaba crecer.
La inmigración de judíos sefaraditas tiene en Argentina 4
orígenes, según se dijo anteriormente: Turquía (Smirna especialmente), Grecia
(Rodas), Marruecos (Tetuán, Tanger, Casablanca y Larache entre otros) y Siria
(Damasco y Aleppo). A San Luis solo llegan de los tres primeros.
(continuará...)